El archivo de configuración que se genera con la opción -g es correcto: contiene sólo variables que el programa espera. Sin embargo, cuando un usuario lo edita, o simplemente aporta un archivo de configuración nuevo con -f, no podemos asumir que este sea válido.
Como primera prueba de validación, se debería añadir una nota al log si se detectan variables que no se contemplan como válidas.
El archivo de configuración que se genera con la opción
-g
es correcto: contiene sólo variables que el programa espera. Sin embargo, cuando un usuario lo edita, o simplemente aporta un archivo de configuración nuevo con-f
, no podemos asumir que este sea válido.Como primera prueba de validación, se debería añadir una nota al log si se detectan variables que no se contemplan como válidas.