Un log distribuido puede parecer a primera vista una excentricidad, pero cuando el sistema escala, tener un log distribuido se convierte en una necesidad ineludible.
Supongamos que tenemos un sistema que está compuesto por digamos 100 subservicios en forma de microservicios. Cada microservicio puede estar clonado un gran numero de veces y cada clon puede ser potencialmente desplegado en decenas o hasta cientos de nodos del cluster de despliegue. Cuando un clon de un microservicio desplegado dentro de un nodo cualquiera falla, generalmente la falla es registrada en "SU" log de tranascciones, pero el log de los otros clones podría no haber registrado ese fallo jamás. Entonces, la necesidad de unificar ciertos logs se vuelve "casi" un requisito funcional.
Un log distribuido puede parecer a primera vista una excentricidad, pero cuando el sistema escala, tener un log distribuido se convierte en una necesidad ineludible.
Supongamos que tenemos un sistema que está compuesto por digamos 100 subservicios en forma de microservicios. Cada microservicio puede estar clonado un gran numero de veces y cada clon puede ser potencialmente desplegado en decenas o hasta cientos de nodos del cluster de despliegue. Cuando un clon de un microservicio desplegado dentro de un nodo cualquiera falla, generalmente la falla es registrada en "SU" log de tranascciones, pero el log de los otros clones podría no haber registrado ese fallo jamás. Entonces, la necesidad de unificar ciertos logs se vuelve "casi" un requisito funcional.