Estoy interesado en colaborar en mejorar el diccionario de este proyecto y he estado leyendo documentación técnica sobre el funcionamiento de los diccionarios Hunspell, en especial sobre todo lo relativo a las reglas de afijos. A este respecto, me surgen dudas sobre la estructura de archivos en este proyecto, las cuales me gustaría aclarar con el propósito de que mis contribuciones futuras se ajusten a las directrices ya existentes y estén alineadas con las contribuciones del resto de colaboradores.
¿Por qué existe la distinción entre «RAE» y «no RAE» para términos que, aun cuando no aparecen explícitamente en el Diccionario de la lengua española, son completamente correctos, pues se ajustan a las reglas de formación de palabras válidas? Por ejemplo, ¿acaso no resultaría más útil/apropiado construir los adverbios de modo terminados en «-mente» mediante una regla de sufijación, en vez de hacerlo de manera aislada en un fichero «no RAE» de adverbios, uno por uno de forma explícita?
Lo mismo sucede para los diminutivos terminados en «-ito» o «-ita». ¿No reside la verdadera utilidad del sistema de afijos de Hunspell en crear palabras con reglas de prefijación o sufijación a partir de una raíz común? ¿Qué ventajas tiene hacerlo como se hace en este proyecto, de manera separada?
Hola:
Estoy interesado en colaborar en mejorar el diccionario de este proyecto y he estado leyendo documentación técnica sobre el funcionamiento de los diccionarios Hunspell, en especial sobre todo lo relativo a las reglas de afijos. A este respecto, me surgen dudas sobre la estructura de archivos en este proyecto, las cuales me gustaría aclarar con el propósito de que mis contribuciones futuras se ajusten a las directrices ya existentes y estén alineadas con las contribuciones del resto de colaboradores.
¿Por qué existe la distinción entre «RAE» y «no RAE» para términos que, aun cuando no aparecen explícitamente en el Diccionario de la lengua española, son completamente correctos, pues se ajustan a las reglas de formación de palabras válidas? Por ejemplo, ¿acaso no resultaría más útil/apropiado construir los adverbios de modo terminados en «-mente» mediante una regla de sufijación, en vez de hacerlo de manera aislada en un fichero «no RAE» de adverbios, uno por uno de forma explícita?
Lo mismo sucede para los diminutivos terminados en «-ito» o «-ita». ¿No reside la verdadera utilidad del sistema de afijos de Hunspell en crear palabras con reglas de prefijación o sufijación a partir de una raíz común? ¿Qué ventajas tiene hacerlo como se hace en este proyecto, de manera separada?