Un cliente, auxiliar en una residencia, encuentra que no hay coordinación entre sus compañeros a la hora de cambiar turnos, realizar horarios de guardia y sustituir bajas. Después de más de diez años en la profesión aún no entiende cómo algo tan vital como los horarios de trabajo no son respetados en gran cantidad de ocasiones.
En una residencia los auxiliares tienen que cumplir sus horas de trabajo a través de turnos rotatorios. Estos turnos rotan entre mañana, tarde y noche. Además estos turnos también son rotatorios entre las distintas tareas en la residencia, es decir, unos días un auxiliar trabajará realizando unas tareas y otros días otras totalmente distintas. Normalmente, esta planificación se realiza una vez y es conocida de antemano, sin embargo, esta forma de trabajar es poco flexible a imprevistos, vacaciones, días de asuntos propios,... en definitiva, cualquier cosa que se salga de lo establecido supone un problema. El problema principal radica en la falta de flexibilidad de un sistema de planificación que, aunque efectivo a corto plazo, no está diseñado para adaptarse bien a situaciones imprevistas o cambios urgentes.
Los horarios comprenden las siguientes horas:
Los días libres se organizan de la siguiente forma:
Los contratos son de los siguientes tipos: